lunes, 14 de febrero de 2011

PLAN DE EMERGENCIA 

TANQUES ENTRANDO CARACAS EL 23 DE ENERO DE 1958

Lo recuerdo muy bien. Todo empezó el primero de Enero en la madrugada. Los aviones comenzaron sus vuelos rasantes desde horas del amanecer sobre Miraflores. En la terraza de mi casa en Los Caobos podía ver los aviones regresar de Miraflores a través de las dos torres del Centro Simón Bolívar. Para pasar las Torres del Silencio tenían que ladearse. Eran unos extraordinarios pilotos para poder llevar a cabo estas hazañas. Mi hermano estaba llegando y me contó que pasó la noche en la temible Seguridad Nacional por no permitirle el día anterior al Platinado Herrera que se llevara a su novia a una orgía a realizarse en la Orchila para el Año Nuevo. Se salvó en la raya. Cuando todo comenzó, desde que lo tenían en la portería, lo mandaron a que se fuera a su casa.
MONSEÑOR ARIAS BLANCO Y FABRICIO OJEDA
Monseñor pagó con su vida por que esto ocurriera
El 3 de Enero era mi matrimonio por civil. Se pronóstico que no se iba a poder a llevar a cabo. Mi futuro suegro, siendo uno de los principales del golpe del 48, tenia grandes influencias en el régimen de Pérez Jiménez. El matrimonio se llevó a cabo. No me explico como pudieron sobrevivir estos 23 días de Enero. Nadie creía en nadie. Todo era inseguridad. No existía gobierno. Así llegamos al 18 de Enero en el que celebré mi matrimonio por la Iglesia. Todos apostaban a que no se celebraría. Se habían invitado a más de 2000 personas y se podía decir que el 70% eran personeros del régimen que se tambaleaba. Llegó la noche de la celebración y para mi sorpresa la mayoría apareció, pero se convirtió en una reunión de conspiración. Ya se sabían caídos y todos estaban apostando a una cantidad de variadas posibilidades que les permitieran mantenerse en el país y hasta con aspiraciones de quedarse en el poder.

Pasé tres días en el increíble entonces Hotel Maracay, a pesar de la tensa situación del país. Regresé a Caracas el 22 de Enero, en medio de una huelga y corneteo general. Salía de Luna de Miel el 23 de Enero en un barco Inglés. Por igual me pronosticaban que mi viaje sería imposible. En medio del tremendo tumulto de la caída y huida de Pérez Jiménez me tocó viajar al puerto de la Guaira. El tiroteo en la Seguridad Nacional era infernal. Mi nueva esposa estaba inconsolable por su padre y estaba segura de que lo iban a matar. Así y todo decidí que a mi barco le llegaría. Logramos llegar al puerto a mediodía y no me atrevía a ponerme los anteojos de sol para no parecerme un político en escapada. Así fueron los 23 días de ese Enero que nunca olvidaré. Partimos para la isla de Cuba y pasamos una semana en un régimen 100 veces peor que el de Pérez Jiménez. Allí, junto a amigos de mis estudios en Boston, decidimos aunar esfuerzos para ayudar a Fidel Castro acabar con el infiernito que existía en esa isla. Un año después lo logró.

El Almirante Wolfgang Larrazabal quedó de jefe de la Junta Militar de Gobierno durante todo el año 1958 y en Diciembre se llevaron a cabo unas elecciones libres donde ganó Rómulo Betancourt. Larrazabal hizo un pésimo gobierno donde se dedicó a un Plan de Emergencia que creó para tratar de ganar las elecciones de fin de año. Fue un verdadero desastre para el país. El comienzo de un verdadero populismo que más tarde otros le siguieron. Lo conocí personalmente cuando era Presidente en un juego de béisbol, quien al presentármelo me dijo "hola vale", algo que consideré indigno comportamiento de un Presidente, pero que el había descubierto que a el pueblo le gustaba. La alta investidura de una Presidencia no se puede rebajar con fines electoreros. Nos salvó de otro segundo período con Larrazabal el no haber tenido tiempo de visitar el interior del país. Logró 950.000 votos con su populismo. Quedó de segundo en las elecciones de 1958.

Cuarenta años después esta es mi evaluación de esas situaciones:

1.- Valió la pena asegurar las libertades del pueblo venezolano. Ahora bien, se ha pagado un muy alto precio. Los venezolanos, por no tener una dirigencia política formada, hemos tenido que sufrir su falta de conocimiento de lo que debe ser un liderazgo. Hemos vivido 40 años de una gran ineptitud en lo que debe ser un gobierno para el pueblo (democracia). Todos se han dedicado a la manipulación y uso de ese pueblo, a su antojo particular y partidista. A tal punto, donde ya el 70% de la población no quiere saber nada de ellos. Personalmente llevo ya tres elecciones presidenciales que no participo. Todavía no se si podré participar en la venidera. Hasta los momentos no existen indicios de corrección de darle a nuestro pueblo lo que realmente se merece. Existen muchos cambios (gatopardianos) para no cambiar nada. Se afianza cada vez más la manipulación de nuestro pueblo. Ahora puedo tener la visión del porqué tantos desean el regreso a una dictadura: ellas les dan seguridad, ellas les dan trabajo, ellas les aseguran una administración de los bienes, ellas les aseguran estabilidad económica, y tantas otras más que se oyen. Pues bien, la democracia ha demostrado que esto se puede lograr con igual magnitud, pero solo en pequeños universos del país. Hasta que no se logre en el universo total, la democracia seguirá siendo muy endeble y el pueblo se alejará cada vez más de ella. Un líder político será un verdadero líder cuando logre demostrar que puede ser 3 cosas: leal a su pueblo que lo eligió, honesto a si mismo e interdependiente en su medio ambiente. Cada día tenemos más líderes con estas cualidades y cada día la democracia tiene una razón de ser. Ese ha sido el precio que hemos pagados los venezolanos en estos 40 años y valen la pena!! La mayoría de los dirigentes de todas las fuerzas vivas en Venezuela nacieron después del 23 de Enero. Es hora de que aprendan la lección de las viejas generaciones y el porqué tanto anhelan cosas que no deben nunca más regresar. Es la hora de tener confianza en nuestros dirigentes. Es la hora de creer en Venezuela.

2.- El otro análisis es sobre nuestra hermana Cuba. Hace cuarenta años nació una democracia que no funcionó y una dictadura que tampoco funcionó. Hacen cuarenta años me alegré de ambas ocurrencias. Son muy parecidos sus resultados. Ambos no han podido cumplir con su pueblo y lo han hecho sufrir mucho. Ambos perdieron el camino del liderazgo: Cuba cumplió con la de fidelidad y honradez, pero falló en su interdependencia y falta total de una Democracia; nuestra democracia falló en las primeras dos, fieles solo a sus partidos y de muy dudosa honradez. Ya es hora de que despierten a la realidad que han llevado a sus pobladores. Este es un año crucial para ambos. Es hora de que Fidel se vaya a las Naciones Unidas y siga su confrontación con el Imperio Americano y deje a su pueblo libre y le permita a un nuevo liderazgo darle esperanzas de vivir en una verdadera Democracia. Es hora de que los partidos políticos venezolanos y su actual dirigencia descubran que democracia es un gobierno para el pueblo y no un pueblo para el gobierno. Viva el 23 de enero! No permitamos el regreso al militarismo.

Julio 15 de 1998
Joaquín Avellán Cachazo Ibañez
Club de Campo

 

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